En el negocio de la barbería, muchos dueños se enfocan en atraer clientes con cortes modernos, servicios adicionales o promociones, pero dejan de lado un punto crítico: la correcta asignación de los costos. Sin esta gestión, es fácil caer en la ilusión de estar vendiendo mucho, cuando en realidad se está perdiendo dinero.
Gasto vs. Costo en barbería
- Gasto: Son los desembolsos que mantienen abierto el local, pero que no se pueden vincular a cada corte. Ejemplo: arriendo, servicios públicos, publicidad digital o música ambiente.
- Costo: Son los recursos directamente relacionados con el servicio. Por ejemplo, la crema de afeitar, las navajas desechables, el alcohol, el papel para cuello o el tiempo del barbero.
Costos fijos y variables
- Costos fijos: Permanecen iguales, atiendas a 10 o a 100 clientes. Incluyen el arriendo, sueldos del personal fijo, seguros, mantenimiento de sillas y equipos, o licencias de software para reservas.
- Costos variables: Cambian según el número de cortes o servicios realizados. Ejemplo: cuchillas, toallas, productos de cuidado (cera, gel, aftershave), café de cortesía.
Diferenciar ambos rubros permite calcular el punto de equilibrio, que marca la frontera entre perder y empezar a ganar.
El punto de equilibrio en la barbería
Punto de Equilibrio (P.E.) = Costos Fijos ÷ [1 – (Costos Variables ÷ Ventas Totales)]
De esta forma, el dueño de la barbería sabe cuántos cortes o servicios (afeitado, diseño de barba, coloración) debe realizar cada mes para cubrir gastos y comenzar a generar utilidad.
El riesgo del inventario mal planificado
Un error común en barberías es acumular productos de estética masculina que no se venden con facilidad: ceras importadas, tónicos premium o máquinas que se compran por moda pero se usan poco. Ese dinero atrapado en el inventario se convierte en un freno para la liquidez y limita la capacidad de invertir en lo que sí genera flujo: clientes recurrentes y fidelizados.
Plan de acción inmediato: la “radiografía de un corte”
Aplica mañana mismo este ejercicio práctico:
- Elige tu servicio más vendido.
- Ejemplo: corte + arreglo de barba.
- Anota todos los costos directos de ese servicio.
- Navaja, papel para cuello, producto de acabado, electricidad de la máquina, tiempo promedio del barbero.
- Resta los costos al precio de venta.
- Obtendrás el margen real que te deja ese servicio.
- Decide en función de datos.
- Si el margen es muy bajo, evalúa subir un poco el precio o reducir desperdicios (por ejemplo, usando mejor las navajas o comprando productos al por mayor).
- Si el margen es alto, considera paquetizarlo o promocionarlo para atraer más clientes.
👉 Conclusión: Una barbería rentable no se mide solo por la fila de clientes, sino por cuánto gana en cada servicio. Quien entiende y controla sus costos tiene un negocio sólido, preparado para crecer, invertir en equipo y fidelizar clientes sin perder dinero en el camino.